El proyecto tuvo como objetivo demostrar que si las cápsulas de café se recogen separadamente, pueden transformarse en una materia prima de buena calidad, apta para ser industrializada empleando cualquier tecnología a la mano para materiales plásticos como por ejemplo inyección, prensado o extrusión.
A partir del residuo de cápsulas de café que se genera una vez que se recupera el marro de café que se destina a compostaje, las cápsulas se someten a un proceso de trituración y centrifugado para separar los restos de marro de café. A continuación el material obtenido ya se puede inyectar en forma de producto final o grancear para ser comercializado como granza.
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